Firmas como Bose o Huawei han presentado sus productos de diseño abierto: se colocan en las orejas y ningún componente entra en el pabellón auditivo. ¿Las ventajas? Son muy cómodos y permiten estar al tanto de lo que ocurre alrededor
A muchos usuarios les resulta incómodo llevar unos auriculares de tipo botón: les duelen las orejas o no soportan la sensación de vacío que producen los modelos con almohadillas. Si es tu caso, debes saber que hay alternativas para que puedas escuchar música de forma personal y sin molestar a nadie mientras andas por la calle, trabajas o viajas en transporte público.
Son modelos como los Ultra Open Earbuds, que acaba de presentar la firma de audio Bose, y que tienen lo que ya se conoce como diseño abierto: sacan los auriculares fuera del pabellón auditivo colocándolos a modo de brazalete alrededor de la oreja. Salvando las distancias, como si fueran unos pendientes. Esto tiene un beneficio adicional, y es que mientras los utilizas en todo momento eres consciente de lo que ocurre alrededor, puedes mantener conversaciones… Ni siquiera hay que preocuparse de subir o bajar el volumen en función de los ruidos, porque los auriculares lo van ajustando de forma automática.
Solo los escuchas tú
La realidad es que este tipo de auriculares todavía no abundan en el mercado y la mayoría de los que hay son modelos de marcas desconocidas y calidad y garantía cuestionables que se venden en los comercios más populares por precios mucho más bajos. Pero lo cierto es que son extremadamente cómodos, hasta el punto de olvidarse completamente que los llevas puestos. En el caso de los de Bose, además, la calidad de audio es espectacular; solo mejoraría cómo escuchan la voz los interlocutores durante las llamadas, ya que la perciben algo enlatada. Además, y pese a lo que pudiera parecer a simple vista, el sonido de la música, las llamadas o los podcast se dirige directamente a los oídos y las personas que están alrededor no escuchan absolutamente nada; aunque estén a centímetros.
Para ello emplean una tecnología muy similar a la de sus gafas conectadas, las Bose Frames; un producto ahora descatalogado del que se comercializaban versiones tanto para ver como de sol y que dirigía el sonido a los oídos desde las patillas. En la actualidad hay otras alternativas a este tipo de wearables, siendo la principal las Smart Glasses de Meta y Ray-Ban que, como elemento diferencial, incorporan una cámara de 12 megapíxeles y 5 micrófonos con los que capturar fotografías, grabar vídeos e, incluso, transmitir en directo en Facebook e Instagram.
Volviendo a los auriculares de diseño abierto, el otro ejemplo que destacaría sería el de los Huawei FreeClip, con una característica muy peculiar: no distinguen entre oreja izquierda o derecha, así que son totalmente intercambiables. Una vez colocados, el sistema detecta qué auricular está en cada lado y adapta el sonido a ello.
A través del pómulo
Una alternativa más: los auriculares que emplean la tecnología de conducción ósea para llevar el sonido hasta nuestros oídos. O no exactamente. Porque, en este caso, se colocan en los pómulos en lugar de en las orejas y generan pequeñas vibraciones que se propagan por el cráneo sin pasar por los tímpanos. Al principio la sensación de utilizar unos auriculares con esta tecnología como los que proponen Shokz o Suunto es extraña, precisamente por ser conscientes de que el sonido no entra por los oídos y, aunque la calidad del audio es normalmente inferior a los sistemas de diseño abierto, resultan bastante cómodos para la práctica deportiva; son su principal aplicación, ya que la mayoría de modelos son resistente al sudor, al polvo y al agua, y su diseño con una banda que se coloca tras la cabeza hace que sean bastante estables con movimientos bruscos.